Entre Paréntesis/

Xalapa, Ver.-Alexis, un niño de 13 años, camina sobre la tierra agrietada. En realidad, sus pequeños pasos avanzan sobre lo que alguna vez fue el fondo de la laguna “El Farallón”. Su mirada observa el horizonte casi desértico.

En sus alrededores hay aves muertas. Un pelícano quedó atorado en el fango; bajó en busca de comida, encontró puro lodo y también la muerte.

El calor es casi insoportable; el termómetro marca 38 grados, casi 40 de sensación térmica y entre las altas temperaturas y el panorama desolador, pareciera que es la “ante sala del infierno”.

Alexis, vestido de color azul contrasta con el paisaje árido y grisáceo. Avanza en ese escenario deprimente y recuerda que en ese lugar aprendió a nadar y también a pescar.

Él y su papá Antonio Vázquez, frecuentaban la laguna de agua dulce, remaban en sus lanchas y la pesca se había convertido en otra opción para el sustento económico, pero ahora ambos miran con desconsuelo que el agua se esfumó.

Antonio, llevó a su hijo al recorrido y al ver la gravedad Alexis dijo “papá ¿porqué me traes a mirar esto? Esto me da mucha tristeza papi ¡mejor vámonos! Esas palabras son de mi hijo; es el futuro de ellos, estamos permitiendo que suceda”, cuenta casi a punto del llanto mientras el viento sopla puro aire caliente y levanta el polvo en los alrededores.

Oro y puro lodo

Desde 2018, la laguna comenzó a registrar disminución de sus niveles. Pero este 2021 la situación se tornó aún más crítica, explica el presidente de la Sociedad Cooperativa “El Farallón del Llano”, Manolo Acosta Domínguez.
Se trata de varios factores: estiaje, extracción del agua por parte de empresas mineras que buscan oro en las inmediaciones.

“No llueve y luego extraer brutalmente el agua de esa forma, hizo que su nivel disminuyera drásticamente. Han extraído el agua de ranchos aledaños y es un gran problema. Ya se hizo hincapié a las autoridades para que les recomendaran para que no sigan con la extracción de agua”.

Hay tres cooperativas de pescadores y un promedio de cien familias se sustentan económicamente de la pesca de tilapia y guapote.

La profundidad de la laguna era de 13 metros, pero ahora sólo quedan 50 centímetros de agua. No pueden remar, las lanchas se arrastran en el fango, explican con detalle y entristecidos ven que ya no queda nada.

Calculan que sólo queda un 10 por ciento de este humedal. Dicen que es catastrófico, espantoso y temen que, si no hay lluvias en el siguiente mes, entonces este afluente desaparecerá por completo.

Ni aves, ni cocodrilos

Calculan que descendió 800 metros en los alrededores del cuerpo de agua. Esta laguna tiene una extensión de casi 180 hectáreas y aquí la fauna era diversa. Peces, aves y cocodrilos.
Se trata de una de las rutas de las aves migratorias. Por estos afluentes pasan cada año un promedio de 13 millones de estas especies.

En este humedal ubicado en el municipio de Actopan, descansan las aves, beben agua y se alimentan, luego de viajar por varios kilómetros desde Canadá y que van rumbo al sur de América.
Y cuando los habitantes que se acercaron para el recorrido, expresan su asombro al mirar que la laguna se secó. Entre ellos se preguntan qué ha pasado con los cocodrilos que ahí habitaban porque estos también huyeron por la falta de agua.

Otras dos señoras como María Luisa y Francisca se compadecen de la solitaria garza que posa en la agrietada tierra. La observaron planear el vuelo, su aterrizaje y luego de cómo iba en busca de alimento, pero no hallo qué comer; entonces se quedó parada en medio de la sequía.

Pocas son las parvadas que recorren la desértica laguna. Ambas mujeres entristecen porque recuerdan que era un gran afluente, ahí acudían con sus familias, el sitio es turístico, pero ahora es un paisaje desolador.

Ya no hay agua

La sequía de este humedal, también ha afectado decenas de comunidades, pues en los pozos profundos ya han descendido sus niveles, refiere Antonio Vázquez Cervantes de la comunidad de “Los Baños”, municipio de Actopan, Veracruz.

“Hay muchas comunidades que están escarbando tratando de buscar una solución a la necesidad del vital líquido”, explicó durante la caminata a la que se sumaron varios habitantes para hacer el llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno.

Tienen varias opciones, como la solicitud de rellenar este afluente con agua de mar, pero también desconocen cómo será el proceso ante esta emergencia ambiental en la zona costera de Actopan.

Este lugar se ubica en la zona centro de la entidad veracruzana, cercano a la planta nucleoeléctrica “Laguna Verde”.
Antonio continúa con la plática y su hijo Alexis, sigue observando con melancolía el sitio árido y agrietado

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