(XALAPA,VER, 29 DE DICIEMBRE DE 2020)
Irineo Pérez Melo/
Por la falta de apoyo y obstáculos que le pusieron para realizar su labor al frente de la Coordinación Estatal del Programa Nacional de Inglés (PRONI), Raúl López Acero presentó su renuncia a esta dependencia al secretario de Educación de Veracruz (SEV), Zenyazen Roberto Escobar Pérez.
A través de una carta renuncia dirigido al titular de la SEV, fechada el pasado 18 de diciembre del año que está por concluir, el ahora exfuncionario refiere que desde que se hizo cargo de dicha coordinación “no conté con el apoyo del anterior equipo, ni recibí orientación ni documentación necesaria para realizar mi trabajo”.
En su escrito, señala que se encontró con la exigencia de la corrección de errores y omisiones de coordinadores anteriores, teniendo incluso que destinar sus propios recursos para la colecta de firmas de contratos y hojas de pago que se hicieron mal desde antes de su llegada a dicha dependencia, “arriesgando mi vida y la de los Asesores Externos Especializados en los momentos más críticos de la pandemia”, agregó.
Explicó que de las primeras trabas que se encontró, fue la negativa constante por parte (de los responsables) de la Dirección de Recursos Financieros, quienes no regresaban la documentación ya firmada, pidiendo que se cambiara después de haber ido, incluso, a las diferentes zonas.
En su carta de renuncia, López Acero menciona que durante el tiempo que prestó sus servicios en la dependencia citada, “recibí por parte del analista de Programas de la Dirección de Recursos Financieros, Dalos Uriel Martínez Zárate, una pésima atención, déspota y negligente, ya que cada vez que mi equipo o yo necesitábamos realizar un trámite, lejos de recibir una adecuada atención, obteníamos obstaculización con el peor de los tratos de indiferencia”.
Expresó que tuvieron que realizar la colecta de firmas tres veces en las zonas de Poza Rica, Veracruz y Córdoba, con sus propios recursos, con la intención de tener todo en orden y al día, y así evitar que se les retuviera el pago a los asesores externos, aún cuando eso no es por negligencia de quienes laboran en el PRONI.
Reiteró que en reiteradas ocasiones se solicitó el apoyo, sobre todo del sujeto antes mencionado, para la realización de alguna actividad no se contó con éste, ni con orientación o capacitación para poder efectuarla; “cuando se solicitaba apoyo para la generación de documentos para poder trabajar, sólo recibimos largas y obstáculos”, añadió.
Menciona que cuando finalmente la Oficialía Mayor da como fecha límite el 27 de noviembre, sin especificar una hora determinada, para entregar contratos que correspondían al 2019 y principios del 2020, bajo amenaza de retener pago de asesores externos, al entregarlos se negaron a recibirlos, porque los entregamos después delas 18:00 horas.
“La licenciada Anabel (Abarca), jefe de oficina de la Oficialía Mayor, dijo claramente por teléfono a su secretaria en el altavoz; A PRONI ¡No!, como si nos estuvieran haciendo un favor, siendo que estos contratos los debieron haber exigido en tiempo y forma al coordinador correspondiente”.
“Finalmente los recibieron; pero fueron devueltos nuevamente por el licenciado Dalos, con la consigna de que deberíamos de recabar las firmas de todos los contratos, cuando es bien sabido, incluso por el Órgano Interno de Control que no contamos con la posibilidad de generarlos ni de conseguir las firmas. Por lo que se está solicitando y obligando bajo la misma amenaza, se cometa fraude al falsificar firmas”.
“Yo personalmente tuve que ir a ROGAR a la maestra Syntua y a la licenciada Anabel que no les retuvieran el pago a los asesores porque tales contratos que no me correspondía suministrar no habían sido entregados”, abundó.
Hizo alusión que el 16 de diciembre pasado, recibió la llamada de la maestra Rafael Díaz Rivera, encargada de la bodega a donde llegaron los libros de la CONALITEG, siendo ella la encargada de informar acerca de todos los trámites correspondientes, se comportó de manera déspota y arbitraria con los que laboran en la coordinación del PRONI, recibiendo negativas y una pésima atención u orientación, entorpeciendo el trabajo de la coordinación y sin la mínima intención de apoyar, poniendo en riesgo el cumplimiento de las responsabilidades derivadas de la entrega de los libros para las escuelas beneficiadas con el PRONI, y exigiendo que realicemos pagos de nuestros bolsillos por acciones que ellos se comprometieron a realizar mediante el convenio firmado por el Secretario de Educación.
El ahora exfuncionario de la SEV, menciona que son innumerables las personas que sobajaron su autoridad y representación del programa, del cual aclarará nombres en caso de ser necesario.
Finalmente, dejó en claro que tanto el titular de la SEV, como la subsecretaria de Educación Básica y el coordinador académico de la Subsecretaría de Educación Básica, han mostrado todo el apoyo y respeto hacia él, al personal y a los asesores externos especializados del PRONI, por lo que les agradeció la oportunidad que se le dio, en donde “el avance (que se tuvo) fue mucho, pero el desgaste en mi persona fue mayor”.