(Xalapa Veracruz 31 de diciembre del 2020)
Darío Pale/
Este año debido a la pandemia que se vive se vio afectada la tradición del «viejo» que cada 31 de diciembre sale a las calles a despedir el año y dar la bienvenida al que inicia, donde participan niños jóvenes y algunos no tan jóvenes donde se disfrazan y salen a cantar por las diferentes calles.
En años pasados muchos niños, jóvenes y no tan jóvenes salen a las calles disfrazados de viejitos a cantan el tradicional canto de el «viejo» para dar gracias por el año que termina y dar la bienvenida al que está por empezar pero este año fue muy escasa la participación de ellos en la capital del estado por temor a poder enfermarse de COVID-19.
La tradición de El Viejo, se dice, nació en el Puerto de Veracruz cuando trabajadores de los muelles iniciaron una protesta haciendo ruido con latas, cencerros y tapaderas de metal, ya que no recibían aguinaldo o algún beneficio por las fechas.
Esta solicitud se repitió al año siguiente y sus autores consiguieron que los patrones les obsequiaran botellas de licor y alimentos con la finalidad de evitar escándalo, y es así como cada año en fechas de Navidad se pide el aguinaldo de forma tan particular, alegre y jocosa.
Sin embargo, la tradición ya tuvo algunas modificaciones, pues en la región de Los Tuxtlas, cuatro días antes de que el año termine, frente a las casas se “sienta” un muñeco relleno de papel, cohetes y trapos viejos y demás para representar al año que termina, y se le coloca un letrero con la leyenda Una limosna para este pobre viejo, que ha dejado hijos para el año nuevo. El viejito se acompaña de una lata para que los vecinos hagan sus cooperaciones.
Por último cabe recordar que algunas veces, se le acompaña en un recorrido por las casas con jaraneros y bailadoras, armando escándalo el 31 de diciembre, y a la media noche se le prende fuego, haciendo que exploten los petardos y que el estruendo cause tal bulla y risas que todos se diviertan con la despedida del Año Viejo.