Silvana Camacho Montesinos

El pasado domingo, respaldado por la bancada de mayoría morenista con 273 votos a favor y sin moverle una sola letra a la propuesta enviada por el Ejecutivo, en la Cámara de Diputados se aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, esto a pesar de la inconformidad manifiesta de un importante sector de la población mexicana e incluso de la oposición.

Morena, el partido que prometió gobernar para los pobres de México, por cuarto año consecutivo elimina del PEF el presupuesto que debe ser asignado para obras y servicios para la población que más lo necesita, dejando a un lado las necesidades más urgentes de las mayorías, y el desarrollo y progreso del país y su gente. Adelgaza o incluso elimina recursos para las obras y servicios más necesarios en colonias populares, pueblos y comunidades, elimina apoyos para la vivienda, pavimentaciones, infraestructura educativa, apoyos al campo, carreteras, medicamentos para enfermos con cáncer, VIH, entre otras enfermedades, deja sin presupuesto para vacunas contra la covid-19 a los menores de 18 años. Deja al pueblo en el abandono.

El gasto autorizado suma 7.08 billones de pesos, con un incremento de 8.6% respecto a lo aprobado para el año en curso, con un incremento del gasto federalizado del 4.7%, es decir, lo que se envía a los estados y municipios para su aprobación. No obstante, lo que debería ser una buena noticia para el pueblo mexicano, no resulta ser así.

Hubo un 24% de incremento al presupuesto de los programas clientelares (dinero en efectivo a la gente para continuar comprando consciencias) mismos que han fracasado pues, si bien es sabido que con apoyo en efectivo no se mejoraría la vida de los mexicanos, estos programas ni siquiera han sido dirigidos al sector más necesitado de ellos, sino a sus más fieles votantes. Recursos a manos llenas para las obras faraónicas de López Obrador, obras que no son rentables ni económica ni socialmente, y para esto sí existe un cuantioso aumento del 24 % del presupuesto público. Mientras tanto, el recurso asignado a los estados solo incrementará en un 4.7%. ¿Será suficiente para abordar y resolver las problemáticas de las mayorías?

En un estado como Veracruz, los habitantes saben de sobra que no será así. Madres de niños con cáncer viven a las afueras del hospital regional de especialidades medicas infantil del puerto de Veracruz exigiendo día a día que se destine recursos para el medicamento de sus hijos que día a día van perdiendo las esperanzas de vida ignorados por el régimen morenista; habitantes de todo el estado han manifestado en repetidas ocasiones la necesidad de obras elementales para una vida digna, han denunciado durante una pandemia que azota a todo el mundo que no cuentan con agua potable para seguir las medidas de higiene más elementales; los habitantes de comunidades rurales llevan años exigiendo se terminen los centros de salud y clínicas en obra negra que bien pudieron brindar los primeros auxilios o hasta salvar la vida de los habitantes que hoy ya no están entre nosotros por falta de atención médica; estudiantes veracruzanos continúan exigiendo se realicen obras de infraestructura en las escuelas que más lo necesitan, que se construyan sanitarios para lavarse las manos, aulas para poder regresar a clases presenciales y guardar las medidas de distancias requeridas, al igual que vacunas para los niños. La población campesina ha pedido de forma desesperada se apoye verdaderamente al campo, ya que los supuestos apoyos que están destinados para ellos solo favorecen a grandes industrias o incluso, han generado gran desabasto de alimentos del campo, y semillas, lo que ha provocado la migración de este sector a otros países buscando mejores oportunidades laborales para mantener a sus familias.

Sin embargo, esta pseudo transformación no solo afecta a los pobres de México; el mayor recorte aprobado por los diputados fue el del Instituto Nacional Electoral (INE) de nada más y nada menos que 4 mil 913 millones de pesos, poniendo de esta manera en riesgo de un organismo autónomo que les pertenece a los mexicanos y que también tienen la obligación de defender. De no ser así, la poca democracia que aún existe en México cantará otra historia.

En el PEF, Morena nos demuestra cada año, sin ningún tipo de máscara, sus verdaderos intereses; a quién sirve este gobierno, para quién trabaja y sus necesidades de clase.

E insisto una vez más, triste es el destino de estados como Veracruz que como gobernador tienen a un títere más del régimen, que lejos de exigir a la Federación se tome en cuenta las necesidades de los veracruzanos, se ha responsabilizado de subejercer el presupuesto de los veracruzanos, ha sido responsable de mantener o hundir al estado en primeros lugares en corrupción (iniciando por su gobierno que ha presentado daño patrimonial millonario en la cuenta publica), feminicidios, deserción escolar, secuestros, inseguridad, desempleo, incremento de productos y servicios básicos, etc.Y en últimos lugares en lo que respecta a progreso y desarrollo del estado y sus habitantes.

Mientras Cuitláhuac García Jiménez celebra la aprobación del PEF 2022, los veracruzanos y mexicanos lamentamos una vez más haber confiado en este gobierno de cuarta que, con un discurso disque izquierdista logró convencer a México de necesitar un cambio, y sí, lo necesitamos, pero Morena no nos ofrece nada nuevo, nada distinto a los neoliberales anteriores, ha demostrado ser un régimen que fortalece a lo que por decreto presidencial decía terminar, el neoliberal gobierno de México. El cambio, la transformación solo podrá darse de la mano del pueblo.

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