El paso provisional que permitía la comunicación entre los estados de Veracruz y Puebla, ubicado en la zona de El Paso Chicualoque, perteneciente a Paso de Coyutla, quedó destruido luego de que la fuerte corriente del río San Marcos arrasara con la estructura el pasado 10 de octubre, dejando incomunicadas a decenas de comunidades serranas.
Desde el colapso, cientos de habitantes permanecen afectados, pues el cruce se realizaba por esta vía que funcionaba como enlace principal para el traslado de mercancías, servicios médicos, escolares y laborales. Ahora, la población depende de pequeñas embarcaciones improvisadas para cruzar el río, lo que ha generado largas filas y esperas de hasta varias horas.
Largas filas y traslados riesgosos
En la ribera del río se observan diariamente grupos numerosos de personas esperando su turno para abordar una lancha que sirve como único medio de traslado. Familias completas, adultos mayores, comerciantes y estudiantes deben descender entre piedras y terrenos irregulares para poder cruzar, exponiéndose a riesgos adicionales por la falta de infraestructura segura.
