Durante los trabajos de rehabilitación integral del Centro Histórico de Veracruz, en junio, se produjo un importante hallazgo arqueológico que ha captado la atención de autoridades y especialistas: un antiguo cañón fue descubierto en el crucero de la calle Independencia y la calle Benito Juárez, lo que suma un nuevo capítulo al rico pasado de la ciudad.
El artefacto bélico ya fue entregado al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), organismo que se encargará de su resguardo, análisis y rastreo de su origen. Se presume que este cañón podría estar vinculado a los sistemas de defensa colonial que protegían al puerto de los ataques de piratas y otras amenazas provenientes del mar.
Lo que comenzó como una obra de pavimentación rutinaria en la entrada de la Avenida 5 de Mayo se transformó en una excavación de interés histórico. En la misma jornada de trabajos, trabajadores de la construcción encontraron restos óseos, presuntamente humanos, al operar maquinaria pesada. El descubrimiento tuvo lugar en una zona de alta relevancia histórica, donde siglos atrás se ubicaban los antiguos cuarteles de Dragones, una fuerza militar clave para la defensa del puerto.
Ante el hallazgo, los obreros detuvieron las labores de inmediato y notificaron a las autoridades. El área fue acordonada y puesta bajo resguardo para preservar el posible contexto arqueológico y permitir su estudio por parte de especialistas.
Además, en abril, durante fases anteriores de la misma obra, ya se habían localizado vestigios de una antigua muralla, parte del sistema defensivo erigido para salvaguardar la ciudad de ataques marítimos durante la época colonial.
Estos descubrimientos no solo enriquecen la historia del puerto de Veracruz, sino que también evidencian la importancia de los trabajos de conservación urbana como medios para recuperar y revalorar el patrimonio cultural enterrado bajo nuestras ciudades.
El artefacto bélico ya fue entregado al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), organismo que se encargará de su resguardo, análisis y rastreo de su origen. Se presume que este cañón podría estar vinculado a los sistemas de defensa colonial que protegían al puerto de los ataques de piratas y otras amenazas provenientes del mar.
Lo que comenzó como una obra de pavimentación rutinaria en la entrada de la Avenida 5 de Mayo se transformó en una excavación de interés histórico. En la misma jornada de trabajos, trabajadores de la construcción encontraron restos óseos, presuntamente humanos, al operar maquinaria pesada. El descubrimiento tuvo lugar en una zona de alta relevancia histórica, donde siglos atrás se ubicaban los antiguos cuarteles de Dragones, una fuerza militar clave para la defensa del puerto.
Ante el hallazgo, los obreros detuvieron las labores de inmediato y notificaron a las autoridades. El área fue acordonada y puesta bajo resguardo para preservar el posible contexto arqueológico y permitir su estudio por parte de especialistas.
Además, en abril, durante fases anteriores de la misma obra, ya se habían localizado vestigios de una antigua muralla, parte del sistema defensivo erigido para salvaguardar la ciudad de ataques marítimos durante la época colonial.
Estos descubrimientos no solo enriquecen la historia del puerto de Veracruz, sino que también evidencian la importancia de los trabajos de conservación urbana como medios para recuperar y revalorar el patrimonio cultural enterrado bajo nuestras ciudades.
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