Darío Pale/
Cirio Ruis González, integrante del Consejo Regional del Café y de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras, anunció que los productores de café han dejado de exportar grano al extranjero. En su lugar, ahora buscan comercializar café tostado y molido como una estrategia de supervivencia y resistencia ante el dominio del mercado por parte de grandes corporaciones.
“Ya no exportamos, vendemos café tostado. Es una alternativa para seguir adelante. Sabemos lo que implica exportar: los gastos, los trámites, pero las compañías tienen un control enorme y, lo más preocupante, es que el gobierno las respalda. Promueven el café soluble, y ese mercado está en manos de Nestlé”, señaló.
Ante la falta de una política pública que impulse a los pequeños productores, Ruis González destacó la necesidad de contar con un gobierno aliado que apoye realmente a las organizaciones cafetaleras.
“Lo celebramos: seguimos vivos como organización y con propuestas claras para seguir avanzando”, dijo con motivo del 43 aniversario de la fundación de la Unión de Productores de Café de Veracruz. Este movimiento fue la base para la creación del Consejo Regional del Café de Coatepec y otros proyectos regionales en la entidad.
En conmemoración, un grupo de cafetaleros se reunió en Plaza Lerdo, en la ciudad de Xalapa, para reafirmar su compromiso con la organización y la lucha colectiva.
“Venimos a festejar que seguimos en resistencia, seguimos organizados, quizá con más experiencia y muchas historias de por medio. En 43 años hemos aprendido a registrarnos legalmente, a gestionar créditos, a comercializar por nuestra cuenta”, relató.
Recordó que en los años 80 llegaron a manejar hasta 55 mil quintales de café, pero el panorama ha cambiado drásticamente. Las reformas al artículo 27 constitucional impulsaron la privatización de tierras, y el control del mercado pasó a manos de unas cuantas compañías que ahora operan dentro del país.
“Ahora se les vende directamente aquí, y prácticamente la situación ha cambiado. Se ataca mucho a las organizaciones y se promueve el individualismo. El reto es volver a dialogar de frente en los pueblos y analizar la situación a fondo, porque es urgente. Hoy, entre cuatro o cinco compañías acaparan más del 80% de la cosecha nacional”, concluyó.
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