Francisco De Luna /
Xalapa, Ver.- Desde los amplios ventanales de una casa abandonada en la calle “Moctezuma” asoma una mujer no mayor a los 30 años de edad. Camina y arrastra una muñeca percudida y desgatada por el tiempo. Ambas buscan con quien jugar. No encuentran a nadie, porque los niños también están muertos.
Se trata de historias y leyendas que han sembrado el terror. Pocos son los vecinos que se atreven a contarlas, porque no quieren reproducir el miedo. Es más, no quieren ni imaginar que son vigilados por almas en busca del descanso.
La vivienda marcada con el número 68 se ubica en el corazón de la ciudad de Xalapa.
La casa de piedra tiene más de 90 años de antigüedad y a casi un siglo de su construcción esconde momentos tenebrosos. Su apariencia no es común, luce oscura, húmeda y con manchas renegridas.
Al pasar frente a su fachada rocosa es imposible no mirarla, algo tiene aparte de su arquitectura antigua, más que ese color de piedra. Los vecinos creen que son las miradas de la mujer en busca de sus hijos lo que atrae.
Don Enrique Rebolledo, un vecino con más de 80 años de edad, piensa que dentro de la casa, una mujer y unos niños intentan salir de ese lugar, pero permanecen atrapados. Sólo les basta observar a los mortales quienes pasan desapercibidos de los escenarios que no dejan descansar en paz a esta familia que tiene sus almas suspendidas en el tiempo.
La mujer con su muñeca de vez en cuando se deja ver desde esa calle empedrada que ha sido escenario de diversos asesinatos.
La casa y su entorno en ocasiones son escalofriantes. Nunca pudo ser habitada, los que llegan a vivir en ese lugar tienen que huir.
Fracasó el intento de convertirla en hotel, luego fue una funeraria pero el negocio quebró.
Después llegaron a vivir otras familias, pero murieron dentro de la casa. Un ahorcado con alambre; niños que fallecieron sin explicación, así como una mujer procedente de Alto Lucero, Veracruz, que al poco tiempo de vivir en ese frío hogar, también murió. Y nadie sabe cómo y porqué.
La calle Moctezuma ha tenido diversas historias sangrientas, que ahora han pasado a formar parte de las leyendas. Donde a decir de los vecinos lo sobrenatural salta a la vista.
Cuando la mujer llora es porque la muñeca ha caído a la banqueta. Necesita que alguien se la arroje por la ventana. Busca saber de dónde provienen las risas de los niños; quiere jugar, pero también quiere descansar en paz.
Cierto o no, los vecinos no niegan la presencia de las almas de quienes alguna vez habitaron estos lugares.