18 de junio de 2025.-Este 18 de junio se cumplen 15 años de la desaparición forzada de Mario Alberto de Ocampo Contreras, un caso que, según denuncian sus familiares, nunca fue investigado por las autoridades y que continúa impune. La exigencia de justicia se mantiene viva gracias al esfuerzo incansable de su esposa, hijas y familiares, quienes han convertido el dolor en una lucha colectiva por la verdad y la memoria.
Mario Alberto fue privado de la libertad por un comando armado durante el gobierno de Fidel Herrera Beltrán, según afirman sus allegados. Desde entonces, su familia ha enfrentado el abandono institucional y la indiferencia de las autoridades encargadas de la búsqueda e investigación.
«Las autoridades nunca investigaron a los responsables, pero tampoco hicieron nada por buscar a Mario Alberto», se lee en uno de los comunicados difundidos por colectivos de derechos humanos, como Ciiab, FASUV y Red Unidos por los Derechos Humanos.
En estos 15 años, la esposa de Mario Alberto no solo ha tenido que criar sola a sus hijas, quienes eran apenas unas niñas de 2 y 5 años al momento de la desaparición, sino también aprender a usar herramientas de búsqueda, capacitarse y sumarse a las jornadas de rastreo junto a otras familias víctimas.
Las organizaciones firmantes exigen a las autoridades realizar planes de búsqueda e investigación integrales para Mario Alberto, así como para su hermano Cirilo, desaparecido previamente, y para los miles de personas desaparecidas que aún no han sido localizadas. Critican también la forma despectiva en que suelen ser llamados los casos antiguos: “los de larga data”.
En un segundo comunicado, la familia expresa su indignación por el reciente homenaje rendido por el Congreso del Estado de Veracruz al exgobernador Fidel Herrera Beltrán, a quien señalan como una figura permisiva y cómplice del actuar criminal que permitió estas desapariciones.
«Desde acá les decimos que no olvidamos y que no perdonamos», afirman en referencia a quienes han rendido homenajes a Herrera Beltrán, a quien responsabilizan directamente por la violencia y las omisiones institucionales de aquella época.
Este nuevo aniversario no solo es un llamado a no olvidar, sino también una denuncia abierta a la falta de justicia, a la revictimización y al desprecio institucional. La familia Ocampo reitera su compromiso con la memoria, la búsqueda y la exigencia de justicia.