Coatepec, Veracruz.– El patrimonio histórico y natural de Coatepec enfrenta una nueva amenaza. Una obra de pavimentación en la prolongación de la calle Rubén Darío avanza aceleradamente, poniendo en riesgo elementos valiosos del pasado y del equilibrio ecológico de la región.
En mayo de 2025, maquinaria pesada irrumpió en una antigua calzada que conectaba Loma de las Flores con la carretera a Las Puentes. Esta vía, construida por artesanos hace más de un siglo con piedra de río, fue destruida para dar paso al concreto moderno. Sin criterios de conservación, esta acción repite el agravio cometido en 2018, cuando el histórico camino real a Xico fue asaltado por la urbanización, ignorando su relevancia como ruta de arriería de los siglos pasados.
Pero el daño no termina ahí. La intervención también ha alcanzado los paredones de la estación Zimpizahua, vestigios del ferrocarril conocido como “El Piojito”, que alguna vez surcó la región cafetalera. Durante 80 años, la vegetación protegió este espacio del olvido. Hoy, está en riesgo de desaparecer bajo la presión de nuevas vialidades. Esta estación fue testigo de momentos históricos y recibió a personajes como el presidente Porfirio Díaz y el poeta Rubén Darío. Su valor es incalculable, y su desaparición sería una pérdida irreparable para la memoria regional.
El impacto ambiental de la obra es igualmente grave. Varios árboles han sido cortados o mutilados, dejándolos vulnerables a caer con las primeras lluvias. En uno de ellos, una chaca (Bursera simaruba), vivía una colonia de orquídeas Maxillaria densa, una especie emblemática del “Pueblo Mágico” de Coatepec. La pérdida de este hábitat afecta no solo a la flora, sino también a aves, hongos y otros organismos que dependen de estos microecosistemas.
Aun más alarmante es el riesgo que enfrenta el predio conocido como “El Platanillo”, área de recarga hídrica clave para las comunidades de Las Puentes y Zimpizahua. La urbanización de este espacio podría alterar irreversiblemente el ciclo del agua en la zona. En plena crisis hídrica, permitir la destrucción de fuentes naturales de agua subterránea resulta no solo irresponsable, sino peligroso para la seguridad hídrica de cientos de familias.
Las irregularidades en la ejecución de la obra son múltiples: el empedrado fue retirado sin permiso documentado, se han arrojado escombros sobre una ciénega sin medidas de contención, y las guarniciones y banquetas son defectuosas o inexistentes. Todo apunta a una construcción improvisada, apresurada y motivada por intereses inmobiliarios más que por necesidades públicas.
Frente a esta situación, vecinos, ambientalistas y defensores del patrimonio cultural han alzado la voz. Exigen la suspensión inmediata del proyecto, una auditoría que garantice la legalidad de los trabajos y la protección del entorno. Proponen además que:
La estación Zimpizahua sea restaurada como museo o centro cultural.
El predio “El Platanillo” sea declarado Área Natural Protegida.
La antigua calzada de piedra sea reconstruida como ruta ecoturística.
Coatepec es un lugar con memoria, belleza natural y una comunidad que defiende su identidad. Su futuro no debe cimentarse en el olvido ni en el concreto mal planeado. La historia, el agua y la vida no son negociables.
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