Hora cero
Luis Alberto Romero
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo correspondientes al tercer trimestre de 2024.
El estudio, que ofrece información detallada sobre la ocupación, la informalidad, la subocupación y el desempleo, pone en evidencia las dificultades económicas que afectan a los veracruzanos, así como la precariedad de los empleos disponibles.
Uno de los datos más relevantes es el aumento de la población ocupada en la entidad. Según el INEGI, entre el tercer trimestre de 2023 y el mismo periodo de 2024, la población ocupada aumentó en 127,888 personas.
Este incremento contrasta con un aumento en los niveles de subocupación, que pasaron de 243,049 personas en 2023, a 324,368 en 2024. Esto refleja una creciente tendencia a ocupar empleos que no satisfacen completamente las necesidades económicas y las expectativas de los trabajadores, lo cual es un síntoma claro de la precariedad laboral.
La tasa de desocupación en Veracruz también ha mostrado un aumento: pasó del 2.0% en el tercer trimestre de 2023 al 2.4% en el mismo periodo de 2024. Aunque este porcentaje aún parece moderado, representa un incremento en el número de veracruzanos que han perdido su empleo, pasando de 68,951 personas sin trabajo a 88,430. Este incremento de casi 20,000 desempleados en solo un año refleja las dificultades del mercado laboral en la entidad, que no ha logrado generar empleos suficientes ni de calidad para su población.
Además, el INEGI reportó la pérdida de empleos en sectores clave de la economía, como la industria extractiva, la electricidad, y el transporte y almacenamiento, áreas que son fundamentales para el desarrollo económico del estado. Particularmente preocupante es la pérdida de más de 45,000 puestos de trabajo en establecimientos medianos, un claro indicio de que la economía local no está en expansión, sino que enfrenta dificultades para sostener los empleos existentes.
El empleo formal también se encuentra en retroceso. La ocupación en el sector formal cayó un 3.5% en Veracruz, lo que equivale a la pérdida de más de 81,000 puestos de trabajo con todas las prestaciones de ley. Este dato es alarmante, ya que la formalidad laboral es un indicador clave del bienestar de los trabajadores, pues garantiza acceso a prestaciones sociales como seguridad social, pensiones y servicios médicos. En contraste, el empleo informal creció sustancialmente, con 209,000 personas más que se sumaron a las filas de aquellos que no cuentan con acceso a derechos laborales.
En cuanto a la creación de empleos formales, una fuente adicional, la organización no gubernamental México Cómo Vamos, destacó que, en el periodo de enero a octubre de 2024, Veracruz solo generó 2,247 empleos formales. Este dato está muy por debajo de la meta de 56,000 plazas establecida para ese mismo periodo, lo que subraya la falta de políticas públicas efectivas para estimular la creación de empleos de calidad.
La informalidad laboral en Veracruz, según la misma fuente, supera el 70%, lo que refleja las deficiencias en el mercado laboral y la falta de seguridad en los empleos a que la mayoría de los trabajadores accede.
En resumen, los datos presentados por el INEGI y otras fuentes revelan un panorama preocupante para el mercado laboral de Veracruz: alta subocupación, incremento de la informalidad, pérdida de empleos formales, y escasa creación de nuevos puestos de trabajo.
Granjas Carroll y la educación
Granjas Carroll de México (GCM) entregó, como cada año, 200 becas escolares a hijas e hijos de sus trabajadores para el ciclo escolar 2024-2025. Esta iniciativa, que abarca desde la educación básica hasta el nivel superior, busca premiar el esfuerzo académico de estudiantes con altas calificaciones y apoyar el desarrollo de las comunidades en las que opera la empresa.
Este esfuerzo no es nuevo para Granjas Carroll, que desde el ciclo escolar 2021-2022 ha mantenido un crecimiento constante en el número de becas entregadas. En ese año, 164 estudiantes fueron beneficiados; en 2022-2023, la cifra ascendió a 203; y para el ciclo 2023-2024, 196 jóvenes recibieron este estímulo.
Con estos resultados, la empresa no solo destaca como un referente en el sector porcícola, sino también como un actor clave en la transformación social y educativa de las regiones donde opera. La marca Altosano, ligada a GCM, refuerza este compromiso al reconocer el esfuerzo académico de las nuevas generaciones, en beneficio de sus familias y sus comunidades.
Estos programas educativos no solo mejoran las condiciones de vida de los colaboradores de Granjas Carroll, sino que también generan un impacto positivo en el tejido social, creando oportunidades para jóvenes que representan el futuro de México.
@luisromero85