Irineo Pérez Melo /
Xalapa, Ver.-A 108 años de la promulgación de la Ley Agraria en nuestro país “no está muerta, sigue vigente”, a pesar de las modificaciones que se hicieron al artículo 27 Constitucional durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, con lo cual se terminó el reparto agrario, gracias a la lucha emprendida por las organizaciones campesinas independientes para lograr este objetivo.
Lo anterior fue señalado por Jacinto Ortigoza Briones, representante de la Unión General Obrero, Campesina y Popular (UGOCP) en el estado de Veracruz, quien dijo el próximo 6 de enero se conmemora un año más de la promulgación de esta ley, por el entonces presidente de la República Venustiano Carranza en 1915 en el puerto de Veracruz, para dar certidumbre a los campesinos en la posesión y tenencia de sus tierras.
Destacó que aún no se ha decidido que se hará para celebrar el 108 aniversario de que se decretó dicha norma, pero los ugocepistas “sí vamos a hacer algo, una declaración en los medios de comunicación, para dar a conocer la postura en torno a la situación que enfrenta el sector agrario en la actualidad”.
Antes, dijo, esta fecha se conmemoraba con bombo y platillo por parte de las organizaciones campesinas oficiales e independientes, los primeros con actos en los que asistía el presidente de la República en turno y las independientes con movilizaciones para recordar a los caudillos, como Emiliano Zapata, que lucharon por dotar de tierra a los hombres del campo.
El dirigente estatal de la UGOCP señaló que la Ley Agraria sigue vigente y a partir de la reforma al 27 constitucional, que decretaba que ya no habría más reparto de tierras, pero que gracias a la lucha de organizaciones sociales independientes se logró un gran avance en este tema, pese a las confrontaciones que se tuvieron con los gobiernos federales subsecuentes.
Por último dijo que la lucha por atender el rezago agrario en el campo mexicano se mantiene porque las instituciones que fueron creadas con la desaparición de la Secretaría de la Reforma Agraria, a la fecha no han cumplido con su papel y cada día hay evidente malestar por la forma en que la burocracia imperante en ellas los trata, sin que nadie haga algo por acabar con esta situación.