· Andrés Manuel López Obrador, debiera considerar la frase de Benito Juárez en sus relaciones diplomáticas
· No hay derecho de intromisiones externas
· En México se sabe poco del desarrollo económico, tecnológico, científico y cultural de Argentina
“Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Esta es una de las frases simbólicas de don Benito Juárez en su etapa como Presidente de México. Es hora de que el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, debiera considerarla en sus relaciones diplomáticas, sobre todo en la última etapa de su gobierno –menos de un año de gestión—ante la imposibilidad de afrontar intromisiones que sólo desprestigian a su persona y como él repite, “a la investidura presidencial”, y a México como país libre y soberano.
A propósito de lo anterior, López Obrador cometió nuevamente el impulso de entrometerse en la toma de decisiones y estrategias políticas de gobiernos y países extranjeros. El caso más reciente se refiere a las elecciones en la República Argentina, cuyas votaciones favorecieron al nuevo presidente electo de ese país sudamericano, Javier Milei.
Esta actitud del presidente mexicano, ha ocurrido por lo menos en cuatro ocasiones en el tiempo que preside el gobierno de México, que son cinco años. La primera, cuando en un avión del Ejército Mexicano, “rescató no se sabe dónde”, al presidente de la República de Bolivia, Evo Morales, dictador que permaneció 14 años en la presidencia de ese país.
El problema del traslado de Morales a México, no fue nada sencillo, frente a la necesidad de que el mencionado avión de la Fuerza Aérea Mexicana, debía recargar combustible, sin violar los protocolos de espacios aéreos de otros países. Fue una “odisea” que supieron sortear los pilotos de la Marina Mexicana, pero cumplieron con el objetivo.
A los pocos días de esa “aventura”, Morales decidió irse por sus propios medios a la República de Cuba, habiendo abandonado territorio mexicano “en lo oscurito”. Es decir, sin dar aviso a las autoridades mexicanas. Esto fue corroborado por el entonces secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard Casaubón quien, entrevistado por periodistas, negó saber las razones ni los medios de la “huida” de Evo Morales de nuestro país.
Un caso más de intromisión del Gobierno Mexicano en asuntos políticos de otra nación, fue el sonado caso de golpe de Estado en la República del Perú, donde una Junta de Gobierno de ese país, encabezada por la señora Dina Boluarte, destituyó al presidente Pedro Castillo, acusado de incapacidad manifiesta para gobernar exitosamente a esa nación. Esta dama, como representante del Congreso del Perú, ocupó la presidencia, no sin recibir críticas en particular del mandatario mexicano.
En días subsecuentes, el presidente López Obrador “no se aguantó las ganas de opinar al respecto”, y acusó a la nueva mandataria de Perú, en calidad de interina, como “presidenta espuria” y propuso que se devolviera el poder a Pedro Castillo, lo cual, hasta nuestros días, no ha ocurrido.
Por otra parte, y sobre el mismo tema de la intromisión, fue notoria la opinión del presidente López Obrador, sobre su recomendación a ciudadanos mexicanos residentes en Estados Unidos, de “no votar a favor de candidatos del Partido Republicano”, quienes habían hecho algunas observaciones sobre la política mexicana.
Recientemente han ocurrido otras manifestaciones de intromisión de AMLO en cuanto al triunfo electoral en la República Argentina, a favor de un economista poco conocido tanto en ese país sudamericano, como en el resto de naciones latinoamericanas. Se trata de Javier Milei, un hombre que parece y es muy polémico. Argentina se hizo un” autogol” con Milei, dijo López Obrador
Durante una entrevista con la televisora NTN24, Milei, dijo, “López Obrador es verdaderamente patético, lamentable, repugnante” ¿quién es él para decir que es votar bien y qué es votar mal?” AMLO repugnante” y “chairos resentidos” es una más de sus de sus frases dirigidas al presidente de México.
Sorprendió a millones de latinoamericanos y de otras naciones fuera de nuestro continente, por un estilo de peinado parecido a una peluca y “patillas” crecidas a más de medio cachete; sus ojos “muy vivos y expresivos”. Su oratoria es polémica. A la menor provocación, responde con mucha seguridad y aparente agresividad. Aparenta poca empatía con sus interlocutores.
Sin embargo, esta apariencia física de un real mandatario de cualquier nación, no es motivo para criticarlo por sus expresiones políticas de extrema derecha y por una estrategia de gobierno que va más allá de la implantación de un nuevo esquema de crecimiento económico y de la distribución de la riqueza de la nación argentina.
Tiene más de 30 años que en México se sabe poco del desarrollo económico, tecnológico, científico y cultural de Argentina, a no ser que se tocaran temas de deportes, como el fútbol, el boxeo. Y también la música y los espectáculos de muchos artistas y compositores, por cierto, también venidos a menos en México.
Se tiene conocimiento de que, en las últimas décadas, prosperó mucho el desarrollo de la agricultura y la ganadería en tierras argentinas, a partir de la aplicación de la Biotecnología y la introducción comercial de Organismos Genéticamente Modificados, conocidos en México como “cultivos transgénicos”, sobre todo en maíz, soya, trigo y otros básicos, hortalizas y frutales. La ganadería argentina es de gran importancia social y económica.
El nuevo presidente de Argentina, como parte de su estrategia de desarrollo económico, ha anunciado que cambiará su sistema monetario, con paridad equiparable en valor, del peso argentino y el dólar. Afirma también desaparecerá el Banco Central de la nación, atacar a fondo el déficit fiscal y reducir la pobreza de los argentinos. Finalmente afirma que potenciará el mercado de capitales del país sudamericano.
Ni tardo ni perezoso, Milei inició una gira de trabajo por Estados Unidos, con el propósito de reunirse con funcionarios del presidente Joe Biden, así como del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.