Ángel Rafael Martínez Alarcón
La historia de los villanos mexicanos del siglo XIX, la encabezó Agustín de Iturbide, (1783-1824), primer emperador del imperio mexicano. Antonio López de Santa Anna (1794-1876), Libertador de Veracruz, once veces presidente de México, Porfirio Diaz, (1830-1915). Héroe de la Batalla del dos de abril de 1867, y presidente de México, a finales del siglo XIX. Pero la historia de México, no se puede entender sin sus acciones políticas y militares. Han sido calificados como traidores de la patria, sin mucha justificación. Ellos actuaron de acuerdo a sus diferentes circunstancias y sus acciones tuvieron repercusiones en la historia de la nación. El primer emperador es el más olvidado y desconocido en el imaginario colectivo. Es urgente una relectura de cada una de sus aportaciones. Se ha confundido a la historia nacional como un dogma.
La leyenda negra contra Agustín de Iturbide llegó hasta 1971, cuando el presidente Luis Echeverría Álvarez, (1922-2022) llegó a decretar la eliminación de la figura de Iturbide, en la primera del acta de independencia de la Nueva España, quien dio paso al Nuevo Imperio Mexicano. Dando sólo crédito a la participación de Vicente Guerrero (1782-1831), hoy el primer presidente afromexicano. No ha sido suficientemente estudiada la figura del otro padre de la patria. Sólo se repetido una serie de inexactitudes de sus acciones y su pensamiento político.
El general Agustín de Iturbide, al ser designado por el virrey de la Nueva España para terminar y capturar al líder de la insurgencia encabezada por Vicente Guerrero, cambió el curso de los acontecimientos. Entra en negociación epistolar con Guerrero, para lograr la libertad de la Nueva España.
Los tres importantes documentos firmados por Iturbide en 1821, el Plan de Iguala con fecha del 24 de febrero, negociado con Vicente Guerrero. Seis meses más tarde con Juan O `Donoju, se firman los tratados de Córdoba, el 24 de agosto Y menos de un mes, el 27 de septiembre se firma el Acta de independencia, entre funcionarios virreinales, obispos, empresarios. Sin insurgentes,indígenas ni afrodescendientes. El representante de Fernando VII, (1762-1833) murió el 8 de octubre de 1821.
La construcción de la nación mexicana no fue nada fácil para sus protagonistas. La Corona Española, rechazó la propuesta de que la corona del nuevo imperio mexicano fuera destinada a un miembro de la casa real de los borbones. En dicha circunstancia, el pueblo proclamó a Iturbide como su emperador. Quien en varias ocasiones rechazó. Las circunstancias lo obligaron a aceptar la corona. El Congreso hizo la consulta para la designación, así el 22 de junio de 1822, fue proclamado como Agustín por la Divina Providencia, y por el Congreso de la Nación, Primer Emperador Constitucional de México. El médico Valentín Gómez Farías (1781-1858) fue uno de los principales promotores del Emperador ( El 5 de febrero de 1857, firma la Constitución Liberal). Fue coronado por el presidente del Congreso. El imperio tiene que solicitar a la colegiata de Guadalupe (Basílica) las joyas para la ceremonia de coronación.
El nuevo imperio mexicano, nació en bancarrota, y millones de pesos con deudas en el exterior, un ejército frágil. Y un encono entre antiguos insurgentes. Como las aspiraciones del grupo cercano del emperador. Hay que recordar que el imperio nació con un territorio de 4 millones de kilómetros cuadrados, sin una infraestructura de comunicación. Durante 300 años, el único sistema de gobierno que conocieron fue la monarquía desde 1535, cuando se instauró el virreinato de la Nueva España. Un mes más tarde el emperador desaparece el Congreso, en agosto de ese mismo año, ese año hubo siete conspiraciones en contra del emperador.
En la segunda quincena de noviembre de 1822, visita la villa de Xalapa, cuna que vio nacer a unos de sus aliados más importantes, Antonio López de Santa Anna. Para estos momentos ya hay fuertes fricciones entre el emperador y el jefe político y militar de Veracruz.
De la visita del primer emperador de México a la villa de Xalapa, encontramos poca información en el Archivo Histórico Municipal de Xalapa “Rubén Pabello Acosta”, encontramos escasa información. En cambio, la visita del segundo emperador Maximiliano de Habsburgo (1827-1867), en mayo de 1865, hay todo un expediente relativo a dicha visita, desde su organización hasta su último día de dicha estancia.
El último encuentro entre el Emperador y el joven general Antonio López de Santa Anna, fue en Xalapa. Días más tarde, en el puerto de Veracruz, el 2 de diciembre de 1822, es proclamado el Plan de Veracruz, con 17 artículos destacando el desconocimiento al Emperador Agustín de Iturbide. 4 días más tarde, el Plan de Veracruz, se anexan 22 observaciones. López de Santa Anna, logra reunir a los militares enemigos del emperador. Cabe destacar que el Plan de Veracruz, siguió la tradición de Los Sentimientos de la Nación ( 1813) que la nación mexicana será católica…
Veracruz, es cuna de la República. Para el primero de febrero de 1823, es proclamado el Plan de Casa mata, el liderazgo de Santa Anna se ha consolidado. Logró que el 19 de marzo de 1823, Agustín I,abdica la corona del imperio. Iniciando el camino para proclamar la República. Otra victoria política del libertador de Veracruz.